8M y 9M – Guía para vatos

Standard

¿Eres hombre y quieres apoyar a las mujeres en su lucha por denunciar las injusticias y la situación de inequidad en la que ellas viven? QUE BUENO. QUE CHINGÓN. Tenemos que estar en la conversación. Tenemos que ser parte de la solución y dejar de ser parte del problema.

Habiendo dicho esto y después de platicar con varias mujeres expertas en la materia, después de leer algo (porque nunca es mucho ni demasiado) y de rebotar ideas con mujeres en el movimiento, he notado que nuestras buenas intenciones, mal ejecutadas o mal encausadas, pueden quedarse cortas, ser insuficientes, ser incluso nocivas. Así que con la única intención de compartir lo que he aprendido de ellas, les doy a ustedes, HOMBRES, una breve guía a través de sucintas reflexiones. De todo corazón, espero sean útiles para encausarnos mejor y caminar (o correr) hacia ese destino que a final de cuentas queremos: la equidad de género y justicia.

PROTAGONISMO. La lucha y el grito es de ELLAS. Si quieres apoyar puedes gritar con ellas pero no por encima de ellas. Puedes marchar con ellas, pero hazlo en los espacios designados, atrás, siguiéndolas.

¿Por qué es importante?

Por muchas razones, pero te comparto solo dos de ellas:

  • Dentro del movimiento existen mujeres que están tratando de superar abusos MUY FUERTES. Aunque no quieras, tu simple presencia dentro del grupo puede percibirles una amenaza o una invasión. Entiende el contexto. Las marchas pueden ser espacios tensos y hay opositores que hacen múltiples cosas para generar disturbios, incluido infiltrarlas. Hay mujeres en las filas que a pesar de los ultrajes que HOMBRES les han cometido, están armándose de valor para poner un puño al aire y decir “no más”. No se los hagas más difícil con tu presencia. Empatiza.
  • No se trata de ti. Se trata de ELLAS. El 8M y 9M no es el espacio para que te digan “que bueno que eres un vato que apoya a las mujeres.” Es un momento para aplaudir la audacia de ELLAS, reconocer los logros DE ELLAS, conmemorar solemnemente a ELLAS que han sido víctimas. Si quieres aplaudamos tu feminismo cualquier otro día. Tenemos 363 en el año, no les robes estos dos.

CONGRUENCIA. Buscar la equidad de género no es un tema de dos días, de una semana, o de un mes. ¿Quieres lograr una sociedad más justa, más inclusiva? Persíguela CON ACCIONES todos los días. Explora y observa tus micromachismos (que en muchos casos no son tan micro y que suelen ser el slippery slope que se usa para pendejamente justificar una escalada a la violencia), detona conversaciones al respecto, ESCUCHA e impacta a través de tu ejemplo. Es de TODOS LOS DÍAS.

¿Por qué es importante?

Por muchas razones pero aquí un par:

  • Las redes sociales han generado fenómenos como el FOMO y han puesto especial atención en que generemos pantallas de nuestras vidas que estarán abiertas a escrutinio y juicios. Por lo mismo, la gente entra en dinámicas de subirse al tren del mame y de repente en marzo todos nos volvemos feministas. De nada sirve que compartas una imagen de un puño morado en tu Instagram en marzo si el resto del año se te olvidan las razones de fondo. Insisto, tu intención de apoyar en la amplificación de la voz es valiosísima. Hazlo, pero que no sea por una moda. La inequidad no se resuelve si un mes al año dejas de ser un pedazo de mierda hacia las mujeres.
  • En términos generales, en todos los ámbitos de la vida, la máxima de Walk the Talk es ESENCIAL para lograr el éxito. La congruencia no es sólo una recomendación para este caso. Es para siempre.

EL 8M y 9M no son “día de la diversidad”. Si eres un hombre gay que quiere apoyar a las mujeres, que bueno. Si eres alguien que cree que los equipos de trabajo que aceptan diversos puntos de vista son mejores, te felicito. El 8M y 9M no son fechas para presumirlo. Lo mismo con expresiones como “a los hombres también nos violan”, “los hombres también somos víctimas de acoso.” No es que los casos de asesinatos a hombres no sean importantes. No es que no exista un (microscópico) porcentaje de hombres que son violados. Ojalá a nadie asesinaran. Ojalá a nadie violaran. Pero no es el día, momento ni ocasión para este tema. Hablemos de los temas de mujeres este día. De nuevo, no contaminemos el tema al que debemos y queremos dar protagonismo en este momento. Ojalá podamos abrir muchos diálogos de muchos temas importantes en muchos espacios pero respetemos la lucha y su momento para conmemorarla.

¿Por qué es importante?

  • Porque el 8M conmemora la lucha DE LAS MUJERES y denuncia las injusticias A LAS MUJERES. Aunque existen múltiples razones para esta denuncia, que se han ido acumulando a lo largo del tiempo, el evento hito que se toma como inspiración para conmemorar el 8 de marzo, de acuerdo a la OIT fue una tragedia alredor del abuso laboral de las mujeres. En Nueva York en 1911, un grupo de mujeres, muchas de ellas inmigrantes, trabajaban bajo condiciones inhóspitas en la Triangle Shirtwaist Factory. Causas que no han sido identificadas, iniciaron un incendio en la fábrica. Las mujeres no pudieron escapar, ya que trabajaban en espacios cerrados bajo llave y sin condiciones de seguridad. De las cenizas de esta injusticia, se identifica uno de los núcleos más fuertes por la lucha para la justicia social de las mujeres en todo el mundo. En México el 9M es además un grito en contra de los feminicidios cometidos en nuestro país. Y son DEMASIADOS (se estiman 11 o 12 DIARIOS), muchos de ellos con la participación activa o pasiva del estado. La causa es seria y suficiente. No le pongamos más periquitos y distractores.
  • Por parcos, tibios, poco audaces y por falta de determinación en su liderazgo, muchas empresas han tomado la práctica de dar mensajes el 8 de marzo de “respetamos todas las ideas y todos los géneros” y pendejadas por el estilo. Les falta valentía o simplemente no quieren sumarse de manera comprometida porque esto va en contra de sus intereses (me ha tocado conocer varias empresas de este tipo, trabajar en algunas). No te sumes a su mediocridad. No distraigas el mensaje, no aminores el grito por lo verdaderamente relevante. O si lo vas a hacer, hazlo otro día.

¿Qué sí puedo hacer entonces?

  • Amplifica SUS voces y SU protagonismo
  • Sigue y consume sus contenidos. Infórmate. Platica. Comparte. Aprende. Entiende tus micromachismos y trabaja para eliminarlos.
  • Entiende que los micromachismos (o machismo del tamaño que sea) y la misoginia no son naturales. Son aprendidos. No es “normal”, “natural” ni “aceptable” que por ser güey cosifiques a las mujeres y/o te sea fácil faltarles al respeto. No es normal que los hombres seamos violentos. Lo aprendimos. Y si lo aprendimos, lo podemos desaprender.
  • Cambia a tus compas. Si tú ya estás tomando pasos para ser mejor hombre, ayúdale a tus amigos a también serlo. Invítalos a serlo y más importante, aquí sí, no te quedes callado. Aquí sí diles a todo pulmón que no es aceptable el comportamiento machista. Una persona a quien admiro por ser un hombre que correctamente apoya al movimiento feminista me platicó que tenía amigos que en un grupo de whatsapp se compartían fotos que tomaban de meseras por debajo de su falda sin su consentimiento. En el grupo se carcajeaban, celebraban la osadía y lo tomaban como una competencia. Ante casos como estos, sí te toca encararlos. Sí te toca hacerles ver que TIENEN que cambiar. Y si tus compas no están dispuestos a cambiar, entonces cambia de compas. A la chingada con validar y aplaudir el machismo.
  • Escucha y pregunta. Así de fácil. El lugar de tener “buenas ideas”, acércate con una mujer en el movimiento y pregunta “¿cómo me puedo sumar?, ¿cómo ayudo?, ¿cómo soy parte de la solución?”  
  • Respeta las reglas de las marchas. Si hay espacios delimitados para tu grupo, búscalos. Si no existen, es probable que sea porque no eres invitado o bienvenido. Respeta y entiende… empatiza. Sé que tienes buenas intenciones, sé que quieres mostrar tu apoyo, pero tu presencia puede provocar un efecto que no quieres provocar. En diferentes ciudades se están estableciendo diferentes reglas. Si es que en tu ciudad sí te están invitando explícitamente, aún al final de la fila, siempre pregunta si puedes acompañarlas ahí. Por favor recuerda, this is not about you.
  • Promueve la equidad todos los días. Con tu voz, sí. Pero más importante, con tus acciones.
  • Si tienes el poder para hacerlo, cuestiona y ayuda a modificar inequidades en el espacio de trabajo. Reta la inequidad de ingreso, reta el ascenso y el enfoque al desarrollo y capacitación de los hombres por encima de las mujeres “porque es que ella se va a casar y probablemente se vaya de la empresa”, reta las condiciones que obstaculizan el desarrollo pleno y profesional de la mujer en el espacio de trabajo, incluyendo aquellas prácticas que te privan a TI de ser co-partícipe de la vida privada en tu hogar. Se un co-parent de verdad. ¿Qué te permitiría ser mejor padre y esposo desde la trinchera corporativa? Maternity leave es buenísimo. Paternity leave es también necesario. Que no sean solo las mujeres las que tienen que equilibrar obligaciones laborales y de la casa. Esto no es “ayudé a lavar los platos una vez que mi esposa estaba enferma”. Transforma tu lugar de trabajo Y tu casa para promover la equidad.
  • Si eres padre de familia, educa a tus hijas y a tus hijos para que sean mejores mujeres y mejores hombres cuando crezcan. No les imprimas viejos estereotipos y/o prácticas nocivas. Enséñales que ser persona chingona no tiene nada que ver con su género. Elimina ideas equivocas sobre estereotipos. Aunque tú no quieras, las van a aprender en su contexto social. Te toca a ti ayudar a romper el ciclo.

Espero esta pequeña guía te sea útil. Si conoces a un hombre que quiera y no sepa cómo ser participe positivo en la lucha, invítalo a la conversación. Hay MUCHAS mujeres dispuestas a ayudarnos a entender cómo sumarnos de manera respetuosa y constructiva.

Chido.