HOY (no mañana, no pasado mañana) celebramos el Día del Mesero en todo México. Es un buen momento para pensar en el trabajo que los meseros hacen y la manera en que en nuestra dinámica social, los hemos relegado a ser parte del background cuando salimos a comer/cenar con amigos.
Independientemente de que es de personas educadas reconocer a alguien cuando se dirige a ti (y sin embargo con los meseros muchas veces no lo hacemos), piensa en el hecho de que la profesión de mesero la ejercen personas que están trabajando para habilitar tu disfrute. Mientras tú te la pasas bien, los buenos meseros se aseguran que no te falte nada.
Los meseros están con nosotros en los momentos de celebración y reunión con los amigos pero muchas veces no hacemos el mínimo esfuerzo para darles las gracias y reconocer su trabajo. Cuando se presentan y nos dicen como se llaman, ¿les damos las gracias y cuando nos dirigimos a ellos les llamamos por su nombre? ¿verdad que no cuesta nada hacerlo?
Ahora que empieza la época de las posadas, ¿has pensado que en lugar de estar disfrutando de las suyas, el mesero está sirviendo la comida y bebida en las tuyas?
Hoy es viernes y muchos de nosotros seguramente saldremos en la noche a algún restaurant/bar y hoy es Día del Mesero. ¡Vamos a empezar con cambios pequeños en nuestros comportamientos para ser mejores miembros de la sociedad e inyectarle por lo menos una sonrisa a nuestros momentos! Hoy que salgas, reconoce y felicita a tu mesero y especialmente hoy que es su día, si se gana su propina, considera darle un extra para regresarle el favor de haberte ayudado a pasar un momento agradable. TE ASEGURO QUE TE SENTIRÁS MUY BIEN si hoy celebras el Día del Mesero.
¿Quién se apunta?
MESERO
El señor mesero,
nunca saca cero,
siempre tiene diez,
recontra, rediez.
Presto, diligente,
muy inteligente,
atiende a su cliente
que espera paciente.
Servir es un arte,
soñar con servir,
las mesas baluarte
de su desvivir.
Soporta presiones,
pleno de ilusiones,
brinda el suministro
que le ordena Cristo.
El pan, mucho vino,
sin un desatino,
es pulcro, impecable,
mal de él nadie hable.
Va y viene, desanda,
fiel a su comanda,
lleva bien las cuentas,
que jamás son cruentas.
Meserear, la mina,
ganar . . . su propina,
más del diez por ciento,
lo juro, no miento.
El nos deja hablar,
nos sabe escuchar,
con mandil o peto,
mucho lo respeto.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 11 de marzo del 2011.
Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01